UN JOYA -POCO CONOCIDA- DE ITALIA

Ventajas: TODAS, POR SU BELLEZA
Desventajas: SI TE HACE MAL TIEMPO, SUPONGO .

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¡Hola, amigos de Ciao!

El año pasado, aprovechando un puente, decidí hacer un viaje a una ciudad poco conocida, en general, pero que me pareció sencillamente fascinante: Bolonia, la ciudad que vio nacer a Marconi, el inventor de la radio.

El trayecto no es muy largo, ya que se tarda apenas dos horas en llegar desde Madrid.

El traslado desde el aeropuerto hasta el centro de la ciudad en taxi cuesta unos 15 euros. Yo opté por el autobús, que cuesta 4,50 euros y va haciendo varias paradas, siendo la última la Estación Central de Trenes. Justo enfrente, estaba el hotel en el que me hospedé, el Starhotel Excelsior.

Si en alguna ocasión decidís ir a esta ciudad, os recomiendo este hotel porque, no siendo muy caro, tiene una magnífica situación y está de maravilla.

La ciudad tiene una definidísima área central que no es muy grande y donde se encuentran todas las cosas interesantes de visitar. Se puede ir caminando a todos los sitios y es importante que el hotel esté situado dentro de esta área.

Bolonia es una ciudad con muchos años de historia a sus espaldas. Su Universidad es la más antigua de Europa. La segunda más antigua es la de Salamanca y es, precisamente, a esta ciudad española a la que me recordó en gran medida Bolonia.

Se trata de una ciudad moderadamente turística. No es uno de los destinos más ofertados por las agencias de viajes y no entiendo muy bien por qué, ya que es una verdadera joya equiparable en belleza a otros destinos de ese país que he visitado.


Lo primero que sorprende, cuando se pasea por sus calles, es la gran cantidad de soportales que posee. Yo creo que se puede recorrer de cabo a rabo en un día de lluvia y no mojarse ni una sola gota; son, yo diría, kilómetros de soportales los que hay.


Quiero destacar la gran cantidad de iglesias que tiene esta ciudad; más de veinte. Yo visité la Catedral de San Pietro; la basílica de San Petronio; la de Santo Stefano (esta se encuentra en la plaza del mismo nombre y me pareció el lugar con más encanto que vi); y la de San Domenico (de aquí es el fundador de la Orden de los Dominicos y está enterrado en esta magnífica basílica que es, sencillamente, impresinantemente bella.

El epicentro de la ciudad es la Plaza Mayor, en cuyo centro se haya una fuente dedicada a Neptuno. En esta plaza hay varios palacios, como el Palazzo Comunale, que alberga varios museos y es de visita gratuita. Los aledaños a esta Plaza están llenos de gente y, en esta época, están decorados con adornos navideños, lo que hace que la estampa sea más bonita, si cabe.


Muy cerca de la Plaza Mayor, se encuentran las dos torres que son el símbolo de Bolonia: la Torre Galisenda (inclinada y más pequeña) y la Torre Asinelli; esta última puede ser visitada y, tras pagar 3 euros y subir más de cuatrocientos escalones, se obtienen unas magníficas vistas de toda la ciudad.

Los museos son otro plato fuerte de la ciudad ya que tiene más de cincuenta. Yo, dado el poco tiempo de que disponía, preferí no visitar ninguno; además, me gusta más andar y andar por las calles. No obstante, los muy aficionados a los museos, encontrarán en Bolonia un verdadero filón.

Como todas las ciudades, Bolonia cuenta con una gran oferta en tiendas de todo tipo. Las más lujosas se encuentran en la Via Farini, y, especialmente, en un pasaje comercial llamado Galeria Cavour, donde están Tod´s, Hogan, Fendi, Versace, Gucci, etc.


Del mismo modo que en otras ciudades italianas, es notorio el amor de sus habitantes por la moda; la mayoría de la gente va vestida según marcan las últimas tendencias, eso sí, para mi, tienen un gusto excelente a la hora de combinar la ropa.

En cuanto a las compras, las mías fueron únicamente pasta “De Cecco”, chocolates diversos y un “Panettone” (no pude resistirme al ver a todo el mundo comprarlos).

De la comida no os voy a contar más que lo ya sabido: toda la comida italiana está buenísima. Hay gran cantidad de restaurantes, pizzerías y trattorias y sus precios no son abusivos, o sea, que puedes comer sin que te cueste “la torta, un pan”.


En definitiva, y ya para concluir, que Bolonia es un destino de prioridad “1” a la hora de viajar a Italia y que para mí, visto lo visto, hay que conocer todo lo posible de Italia y, aún en Bolonia, ya estábamos decidiendo a qué ciudad de allí planearíamos nuestro próximo viaje.

Un saludo para todos y espero que, tras leer está opinión, nadie me diga eso de “a mi es un sitio que no me llama la atención”. Creo que eso es mejor decirlo cuando se ha visitado y se tienen elementos de juicio; si no, es un prejuicio ¿No?

Saludos para todos.